Incluso los seres
humanos pueden oler la enfermedad en otras personas, echo por lo que algunas
personas odia el olor a hospital.
Los estudios han
llegado a sugerir que con el tiempo, algunas enfermedades producen un olor
característico que emana de diferentes partes del cuerpo de una persona enferma.
Evolutivamente, sería incluso ventajoso que la enfermedad fuera detectable por
individuos sanos, como primera línea de defensa contra la infección por
diversos patógenos para protegerse del contagio.
El estudio activaba el
sistema inmune del individuo sano inyectándole una endotoxina. A las pocas
horas los individuos expuestos a este patógeno tenían un olor corporal más
aversivo con respecto a los individuos que fueron expuestos aun placebo.
Esta detección quimio
sensorial de la respuesta inmune innata en el ser humano, representa la primera
evidencia experimental de que la enfermedad huele y es compatible con la idea
de una respuesta inmune del comportamiento que protege a los individuos sanos
de los enfermos mediante la alteración de los patrones de contacto
interpersonal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario